sábado, 17 de mayo de 2008

La voz de lo subversivo, una historia de insurgencia.



Los graffitis son una manifestación cultural forjadora de identidad, usados por aquellos que se sienten excluidos por los circuitos informativos formales de la ciudad y surgen como una manera de expresar las opiniones restringidas del pueblo. En Bogotá los graffitos cumplen la función de otorgarle voz a quienes no la tienen, y muestran en ellos los mensajes de una posición en contra del sistema, una posición de rebeldía y de inconformismo de quienes por alguna razón se sienten excluidos, invisibles, y ajenos a los medios de comunicación dominantes que no conceden espacios a otras opiniones.

El discurso de los graffitis en la ciudad de Bogotá nos deja ver la oposición y los no rotundos ante el Gobierno y sus deciciones, muestra a una sociedad desprovista de beneficios, carentes de recursos y con muchos problemas sociales e inconformismos de toda índole, tanto social como político y económico; Quienes escriben pertenecen a varios grupos y movimientos políticos que buscan un país democrático, pluralista, humanista y de identidad común. Buscan ejercer las ideologías de los partidos o movimientos a los que pertenecen y así tener una voz que no se silencia y que surge precísamente por el no tener una voz en la sociedad colombiana.

Sin embargo, muchos de los mensajes con un claro propósito contra el Gobierno son sesgados por una “voz silenciosa” que tacha palabras y descompleta así la totalidad del mensaje, dichos tachones se encargan de modificar el discurso, pero éste sin embargo sigue latente y conforma la opinión dominante de los que encuentran en las paredes un medio de expresión. Los graffitis en estas dos zonas representativas de Bogotá (centro y av. 7ª hasta el barrio chapinero) son el reflejo de la cantidad de movimientos, partidos y en general ideologías existentes en el país, o que en algún momento de la historia colombiana se hicieron presentes y le dejaron un mensaje a los ciudadanos, sin embargo, aunque en la actualidad existen distintos movimientos, asociaciones y partidos, es notorio que el discurso de los graffitis se refiere a una misma cosa, como si hubiera una sola voz, un solo himno que grita: “no estamos de acuerdo”, y esta es una manera de decir que por el mismo inconformismo en Colombia surgen muchas organizaciones con el objetivo de luchar por tener mejores cosas, cada quien busca la ideología que mejor le parezca, pero con la misma razón, buscar otras soluciones y pertenecer a algo diferente al Gobierno con el cual no están de acuerdo, para protestar por algo, para “resistir”, para estar “presentes” y decirle a Colombia que no se van a rendir hasta ser escuchados.

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